15/12/08

LOS CENTROS DEL PROFESORADO

Antecedentes y contexto de surgimiento

Estos nacen como instituciones que se dedican a facilitar información y desarrollo profesional al profesorado, además de ofrecer un asesoramiento y apoyo en los procesos de innovación y mejora escolar al sistema educativo. Los CEP tienen otorgan estabilidad al proceso de perfeccionamiento del profesorado creando una escenario que sirviera para acercar las intenciones administrativas con las necesidades expresadas por el profesorado, integrándolas sobre la base estable para el trabajo en equipo por parte de todo el profesorado en coherencia con el sistema educativo. En su evolución es posible considerar tres etapas: una primera que abarca hasta 1992, en la que los CEP funcionan como centros de recursos y gestión de algunas de las actividades de formación programadas por la Administración educativa; la segunda etapa desde 1992 hasta 1994, momento en el que se inicia el asesoramiento a través de los Equipos Pedagógicos; y la tercera, desde 1994 hasta la actualidad, etapa marcada por la organización democrática de estos Centros y el desarrollo del asesoramiento de carácter curricular, con tendencia prioritaria a la formación del profesorado y centros que implantan las nuevas enseñanzas.
En la actualidad los CEP se encargan de apoyar los procesos de mejora que demandan los centros, además de provocar la movilización del profesorado difundiendo propuestas de innovación, formación y cambio, creando condiciones internas en los centros para que se impliquen en dichos procesos.

La dimensión estructural o diseño general del sistema de apoyo

1. Estructura y composición
Los CEP dependen de la Dirección General de Ordenación e Innovación Educativa de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, que es quien lleva a cabo la planificación, creación y supresión de estos centros y garantizan su coordinación. Estos abarcan todo el territorio de la Comunidad, compuesta por una red que integra diecinueve centros con una estructura y dotación que varía de acuerdo al número de profesores atendidos en función de una tipología que distingue tres categorías: los de tipo “A”, que atienden a una población superior a 1800 profesores, los de tipo “B”, entre 500 y 1800, y los de tipo “C”, que atienden a menos de 500 docentes, pudiéndose configurar con carácter insular, comarcal o de zona.
En cuanto a su estructura los CEP cuenta con diferentes órganos de gobierno, tanto de carácter unipersonal entre los que se encuentran el Director/a (que es elegido por un período de cuatro años), y en su caso, el Vicedirector/a y Administrador/a, dependiendo del tipo de CEP; como colegiados, constituidos por el Consejo General, el Consejo de Dirección y el Equipo Pedagógico del Centro.
El Consejo General del CEP está formado por los Coordinadores de Formación de los centros educativos de la zona o ámbito de influencia, ostentando la Presidencia del mismo Director/a del CEP, y su Secretaría el Administrador/a (o cuando no existiera, un miembro del Equipo Pedagógico). En su seno podrán constituirse comisiones técnicas que realicen trabajos específicos propios de las funciones que tienen asignadas.
El Consejo de Dirección del CEP está compuesto por el Director/a que actúa de Presidente, el Administrador/a (en los CEP que existan) actuando como Secretario aunque con voz pero sin voto, uno o dos asesores/as (según la tipología del CEP) miembros del Equipo Pedagógico, un miembro elegido en representación de los MRP y las Asociaciones de Profesorado del ámbito de actuación, entre tres y ocho profesores/as miembros del Consejo General elegidos por el profesorado de los centros educativos de la zona, uno o dos representantes de agrupaciones elegidos por miembros de Grupos Estables, Seminarios Permanentes y Grupos de Trabajo de la zona, un miembro representante de los EOEP de la zona, con el fin de coordinar sus diferentes actuaciones con el CEP, y por último, un miembro representante de la DGOIE.
El Equipo Pedagógico del CEP está integrado por el Director/a del Centro y el personal docente con funciones de asesoramiento pedagógico allí destinado (asesorías), que es seleccionado por concurso de méritos, en régimen de comisión de servicios. El período de permanencia de este equipo será inicialmente de dos años, tras el cual una Comisión de Evaluación valorará el trabajo realizado. Aquellas asesorías que superen dicha evaluación les podrá ser prorrogada su permanencia dos años más, tras los cuales habrán de regresar a la docencia activa.
La Comisión de Evaluación será convocada y nombrada por la DGOIE, siendo sus componentes el Director/a del CEP, un representante del Consejo de Dirección, dos miembros del Consejo General designados por la Administración educativa, y un representante de la DGOIE.
La figura del asesor debe responder al perfil de un profesional capaz de gestionar recursos, detectar necesidades de formación y con capacidad para dinamizar el trabajo de equipo y en los centros educativos.
Existen dos tipos de asesorías: por un lado, las denominadas generalistas, adscritas a una etapa educativa concreta (Infantil- Primaria o Secundaria) y, por otro lado, las específicas (o de área) con un carácter más especializado (Idiomas, etc.).

2. La dimensión operativa o plan de actuación del equipo y zona
Los CEP son los encargados de realizar una Plan Anual de Actividades que servirá como instrumento para la reflexión en torno al qué, cómo, por qué, para qué de las acciones que se iniciarán por parte del Equipo Pedagógico. A través de este recurso se puede evaluar las actuaciones que se desarrollan en el ámbito de acción y además es una referencia para la Administración educativa que de este modo le permite conocer, apoyar y potenciar los objetivos diseñados sobre el perfeccionamiento del profesorado de manera cercana y contextualizada. Con este análisis y planificación podemos disponer de la información necesaria sobre los hechos educativos relevantes para el posible perfeccionamiento del profesorado. Para su elaboración se realiza un análisis tanto del CEP como del ámbito o zona de actuación lo que permite identificar las necesidades y adecuar el diseño de las actividades que se desarrollarán. Estas acciones han de ser evaluables, para que así puedan tomarse las decisiones oportunas.
La valoración del trabajo del CEP debe encaminarse a la medición de resultados además de permitir modificar las propuestas iniciales en la medida en que resulten o no adecuadas a la realidad. Se trata de contrastar la práctica con el proyecto, lo que favorecerá el seguimiento de las actividades que el Equipo Pedagógico realiza. Los resultados de la evaluación en torno al Plan de CEP constituyen el núcleo principal para elaborar la Memoria Final. Esta debe ser un instrumento para evaluar el CEP desde la práctica partiendo de la Programación Anual, por lo que ha de tener en cuenta los objetivos planteados y las acciones realizadas.

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